miércoles, 2 de octubre de 2019

CARTA A MAGGIE


19 de mayo de 1823

Querida Maggie:

Desde hace mucho tiempo he pensado en hacerte esta carta pero no he podido sacar tiempo para escribirte, ya que desde que dejé de ser jornalero del campo aquel día 19 de enero de 1794 cuando desperté sobre las 7:30 de la mañana para coger un tren desde nuestro pequeño pueblo de Inglaterra hasta la capital con la inestabilidad de saber si todo iba a salir bien o no, y también con esa sensación de dolor al dejar a un ser muy querido en donde fue mi hogar durante muchos años, desde ahí no sabía todo lo que me esperaba y que no iba a poder encontrar ni un solo minuto para descansar. Sé que esto solo será un bache en nuestra relación ya que es muy fuerte y siempre hemos estado muy unidos, sé que la distancia separa pero nosotros hemos pasado por momentos peores y aquí seguimos juntos y enamorados, solo quiero que sepas que cada instante pienso en ti, en lo bien que lo pasábamos juntos, me encantaría poder volver a ese momento donde nos tumbábamos en la hierba verde rodeados de flores, dónde solo se escuchaba el sonido de la suave brisa pasando, aquellos pájaros trinando, mientras corría el agua cristalina por el largo río y no estar rodeado de maquinismo que nos hace aún más dependientes, ya que estas máquinas nos están haciendo la vida tan fácil que seguramente en unos años, ya ni sabremos cómo comer.

He perdido contacto con muchos de nuestros viejos amigos del pueblo, debido al éxodo rural, han tenido que abandonar sus familias y casas para poder subsistir debido a los pocos recursos. Me encantaría que pudieras venir a visitarme a la ciudad, para mostrarte como es la vida aquí tan agitada por las múltiples industrias que se han creado como por ejemplo de automoción donde se fabrican automóviles, como también industrias de energía que transforman la materia en forma de luz, calor… Tengo varios compañeros obreros; Manolo, Juan y Mario con los que me reúno algunas veces cuando terminamos la jornada que suele ser poco frecuente, ya que nuestro capataz no nos lo permite, es muy exigente y nos obliga a realizar horas extras debido al aumento de la productividad, bueno te sigo contando que me voy por las ramas, cada vez que me reúno con ellos, surge la idea de hacer un sindicato obrero que se llamará Internacionales Obreras para defender nuestros intereses laborales y luchar contra el capitalismo que nos explota, donde ellos se enriquecen como por ejemplo las industrias de la electricidad y cada vez hay más diferencia entre los obreros que nos sentimos más oprimidos y con trabajos precarios, mientras los burgueses cada vez viven mejor entre lujos, también estamos cansados de ser explotados por el empresario de la empresa, esto conlleva a realizar una huelga prohibida, pero como su propio nombre indica es algo ilegal y estaría rodeado de policías que nos tacharían y nos condenarían por anarquistas, cuando nosotros solo queremos luchar por nuestros derechos, ya que mientras los más enriquecidos pueden vivir como quieren, uno está aquí bajo cuatro paredes escribiendo con un triste papel y una pluma a su mujer que está a miles de kilómetros, ya sabemos que este suceso puede llegar a ser algo muy peligroso pero cada vez estamos más decididos a cambiar todo esto. Otra opción que tenemos es crear una manifestación para reivindicar nuestros derechos de un trabajo digno, sueldo y condiciones de trabajo óptimas, ya que debido al taylorismo no tenemos calidad en el trabajo.

Algo que también es muy importante aquí es el carbón y el petróleo, que es lo que hace que todo este mundo de la industria pueda funcionar, también son muy contaminantes, una de las cosas por las que echo de menos el campo. Ya que allí no teníamos que preocuparnos por contaminar porque de lo máximo que te tenías que preocupar era por hacer la rotación de cultivos a su hora, y después te podías tumbar en las hierbas a tomar aire fresco y descansar un poco de todo el duro día.

El mundo de la ciudad también tiene sus ventajas, gracias a la maquinaria de la que disponemos, tenemos más trabajo para todos, electricidad, mejoras en el transporte, todo es un mundo de innovación.

Pero lo más triste es que a pesar de todo el esfuerzo que hacemos para poder sacar un mínimo salario, todavía se puede observar en las calles la gran desigualdad que hay entre gente rica y gente que no disponemos de tantos recursos. Y bueno Maggie sé que estarás lamentándote por mí, ya que con esta pequeña carta lo único que te he traído son desilusiones, pero no te preocupes porque lo que me hace poder seguir para adelante es pensar que te tengo a ti, sé que pronto nos veremos, no te preocupes por mí, cuídate mucho y no me olvides.

Te quiero mucho y siempre estarás en mi corazón.

Charlot.

PRESENTACIÓN AL BLOG

Hola, mi nombre es Natalia, en este blog subiré las actividades que me mande el profesor y espero que aprendáis mucho sobre la historia conmigo.